Si tu bebé ya va a la guardería o alguno de tus peques ha vuelto al cole, probablemente te toque lidiar con el resfriado de bebés, es decir algún que otro catarro durante varias semanas o meses. Y no sólo con los de tu hijo, también con el del tuyo, tu pareja y el de cualquier otro miembro de la familia que conviva en vuestro hogar.
Lo peor de todo es que cuando parece que uno mejora, el otro empieza y así sucesivamente. Pero vamos a lo que nos concierne. ¿Cómo tratar con la tos y mocos en bebés?, ¿Podemos hacer algo para acabar con el catarro de los niños?
¿Qué es exactamente el resfriado de los niños?
El catarro o resfriado de los niños es una infección del aparato respiratorio. Y aunque puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente en bebés y niños de entre uno y tres años.
En la mayoría de ocasiones son cuadros virales como el rinovirus (el más común) que afectan a las vías respiratorias altas.
El hecho de que los padres nos tengamos que enfrentar a la misión de combatir el resfriado de los niños tan frecuentemente se debe a que cuando somos pequeños tenemos un sistema inmunitario más inmaduro, que aún no produce los anticuerpos necesarios para lidiar con estos virus.
Por norma general la tos y mocos en bebés no suele desencaminar en un problema más grave. No obstante es importante atender los síntomas de forma adecuada y prestar atención a que no aparezcan otros nuevos, como la dificultad respiratoria.
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¿Cómo identificar el catarro común?
Aunque los padres siempre nos hemos preocupado de si el catarro de nuestros hijos podía ir más allá y pasar a ser una bronquiolitis, ahora que conocemos el Covid-19 los resfriados comunes nos siembran una duda más ¿Podrían estos ser síntomas de coronavirus?
Además de la tos y mocos en bebés, existen otra serie de síntomas que nos indican que nos encontramos ante catarro o resfriado:
- Mocos que se producen en el interior de la nariz y en la garganta
- Mucosidad que sale por la nariz
- Congestión nasal, cuando los mocos taponan la nariz
- En algunos casos puede darse fiebre baja o febrícula
- Pérdida de apetito y cansancio
- Dolor y molestia en la garganta
- Tos
- Ojos llorosos
- Estornudos
Estos síntomas empiezan a aparecer de dos a tres días tras entrar en contacto con los virus del resfriado.
Mi bebé tiene muchos mocos, ¿qué hago?
Como la fiebre en los bebés, los mocos son un mecanismo de defensa del organismo, por lo que no son un síntoma grave. Sin embargo, el principal problema es que los niños pequeños no tienen la capacidad de sonarse los mocos, por lo que los padres tenemos que ayudarles a echarlos para evitar que le taponen las fosas nasales o les causen dificultad para respirar.
- Los especialistas recomiendan hacer lavados nasales con suero fisiológico o con agua tibia y sal
- Si tu bebé es muy pequeño puedes rellenar con suero una perilla de las que se utilizan para sacar los mocos, ya que tienen una forma adecuada a la nariz de los peques, o bien una jeringuilla.
- Tumba a tu hijo de lado y poco a poco ve soltando el suero dentro de la fosa nasal que queda arriba
- Luego cambia de posición al niño y repite la operación en el otro agujerito
- Puede ayudarte taparles un poco la boca para que suelten más mocos
Mantener el ambiente húmedo en casa es otra forma de mejorar el bienestar de los peques y combatir el resfriado de los niños. Si tienes humidificador utilízalo.
Sino, puedes colocar un recipiente con agua sobre los radiadores de la calefacción o llenar el cuarto de baño de vapor dejando que salga agua muy caliente en la bañera (sin necesidad de meterlo).
- Los baños con agua calentita también pueden aliviar la tos y mocos en bebés, al reblandecer la mucosidad. Así que puede ser una buena idea un buen baño antes de dormir.
- Si a tu hijo le cuesta dormir, puedes elevar el colchón en la zona de la cabeza colocando debajo de este una almohada o cojín grande. Evita que si el bebé es muy pequeño, la almohada extra esté sobre la cuna, ya que puede provocar la muerte súbita del lactante.
- No olvides darle abundante líquidos. Y si no tiene apetito, intenta que coma más veces, y menos cantidad.
Conclusión
Aunque no exista ningún medicamento ni remedio que cure de inmediato el resfriado de los niños, seguro que con estos consejos podrán sobrellevarlo mejor.
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