Pocas cosas hay más desconsoladoras que preguntarse por qué llora mi bebé y no hallar la respuesta. Al fin y al cabo, el llanto es una forma primaria que tiene el recién nacido para llamar nuestra atención y comunicarse, pero este no nace con un libro de instrucciones bajo el brazo. Por eso, es habitual no tener claro lo que significa en muchas ocasiones.
Hay que saber es que es perfectamente normal que un bebé llore dos o tres horas al día e incluso más. La clave es llenarse de paciencia e ir probando y descartando hasta dar con la causa que le hacía llorar. Y para que estos pasos resulten más sencillo hemos elaborado una lista con las causas más comunes por las que lloran los bebés. Aunque si nada funciona, también debes tener en cuenta que, a veces, los bebés lloran sin motivo alguno.
¿Por qué llora mi bebé?
Saber por qué llora mi bebé es fundamental para responder ante sus necesidades y poder calmarle. Los motivos pueden ser variados. Entre ellos, habitualmente se encuentran los siguientes:
Tiene hambre
El médico puede informar sobre la frecuencia con la que debes alimentar a tu bebé según su edad. Si lleva tiempo sin comer, es muy posible que tenga hambre y llore hasta que se le alimente. La buena noticia es que no es difícil saber si esa es la posible causa del llanto.
Está cansado
Cuando un bebé tiene sueño o ha sido estimulado con demasiada actividad, luz o ruido, se sentirá cansado y es muy posible que lo demuestre llorando. Hay que tomar nota para establecer unas horas de descanso adecuadas para él y evitar ambientes con mucho ajetreo si vemos que le afecta negativamente.
Necesita atención
El bebé también puede llorar porque necesita sentirse protegido por quien más lo quiere. En ese caso, cogerlo y abrazarlo es la solución. Pero también puede servir cantarle o poner un ruido blanco o música suave de fondo. Tampoco debemos olvidar que en ocasiones lo que quiere nuestro bebé es un poco de actividad, salir a tomar el aire y dar un paseo puede ser lo que lo calme.
Le molesta la tripita
Los gases y el reflujo pueden aparecer en el delicado sistema digestivo de tu bebé y causarle esas molestias que provocan el llanto. Ese tipo de molestias terminan por pasar y podemos contribuir a que pasen más rápido colocando al pequeño boca arriba y realizando movimientos circulares con sus pies o bien dando suaves palmaditas en la espalda para que eructe.
Le duelen los dientes
Cuando empiezan a salir los dientes de leche, los niños se irritan, babean, muerden lo que tienen a mano y, por supuesto, lloran. Para calmar esas encías inflamadas por la erupción dental, pueden masajearse con suavidad con las manos o un paño bien limpios. Algo frío también puede aliviar la situación y en ciertos casos, el especialista quizá recomiende recurrir a los analgésicos. Te recomendamos la lectura de los artículos: ¿Cuándo salen los primeros dientes del bebé? y “Dolor de dientes de mi bebé por la noche”
Está enfermo
Si tu bebé llora durante más de dos horas sin parar, es muy posible que no se encuentre bien. De otro modo, el bebé suele cesar en su empeño antes de ese tiempo, aunque tras un rato empiece de nuevo. En tal caso, puedes comprobar si están presentes otros síntomas como fiebre, falta de respuesta, diarrea o estreñimiento, etc. En tal caso debes plantearte acudir al médico o al pediatra.
Tiene frío o calor
Si tu bebé se encuentra a una temperatura incómoda para él, normalmente te lo hará saber también mediante el llanto. Un truco es tocar su nuca. Esta nos da una idea de cuál es la temperatura general de su cuerpo, si está frío o suda, para que podamos vestirle con las capas que necesita para estar a gusto.
Le molesta la ropa o los pañales
Otro de los motivos habituales que explican por qué llora mi bebé puede ser la incomodidad producida por ropa apretada, que pica o que raspa. Y no solo la ropa, también pañales con mal ajuste o que generan irritaciones en su piel pueden ser un motivo para el llanto. Te recomendamos la lectura del artículo: “Tipos de pañales: ¿Cuál elijo para mi bebé?“. La solución en este caso es tan fácil como cambiarles esa ropa que les molesta o empezar a comprar otra marca de pañal que no sea agresiva con su piel y que evite fugas por la noche.
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