Aprender a gatear es una etapa fundamental en el desarrollo del niño. Aunque cada bebé es diferente y tiene su propio ritmo, lo habitual es que empiecen alrededor de los 8 -10 meses. Es entonces cuando su curiosidad inagotable les empuja a querer desplazarse para explorar ese mundo fascinante que les rodea. Es recomendable en esta etapa de su desarrollo contar con pañales para bebés que se ajusten a su talla. Te recomendamos la lectura de las tablas de tallas de pañales.
Los beneficios del gateo
Los bebés pueden gatear de varias formas: apoyados en manos y rodillas, sentados, arrastrándose o incluso rodando o hacia atrás. En cualquiera de sus formas, el gateo tiene numerosos beneficios y resulta imprescindible para su correcto desarrollo:
- Favorece su autonomía y les ayuda a tomar decisiones (hacia dónde quiere ir).
- Fortalece sus músculos y articulaciones y los prepara para andar.
- Estimula la coordinación, los reflejos y el equilibrio.
- Les ayuda a conocer su cuerpo y también el entorno que les rodea.
Aprender a gatear: cómo estimular al bebé
Hay niños que comenzarán a gatear a los 7 meses y otros que tal vez no lo hagan hasta los 12. El retraso en el gateo puede preocupar a los papás, pero, salvo que el bebé muestre síntomas de alteración en el desarrollo evolutivo, no debe ser tomado como algo malo. Simplemente, cada pequeño es distinto.
No hay que olvidar que aprender a gatear es algo que solo ocurre cuando los pequeños están preparados, por eso, no conviene forzarles a que lo hagan. Sí se pueden crear las condiciones adecuadas para fomentar su curiosidad, para rodearles de un entorno más seguro y jugar con ellos para estimularles:
- Conviene crear un espacio en el que el niño se sienta cómodo y en el que haya juguetes que le gusten. Si estos no están a su alcance, intentará moverse para alcanzarlo.
- Es importante evitar aquello que limite sus movimientos. Si el bebé pasa el tiempo en el parque o en la hamaca, tendrá menos oportunidades de aprender a gatear.
- Hay pequeños ejercicios para ayudarle a fortalecer los músculos de las piernas. Por ejemplo, tumbado boca arriba, se ponen las manos en las plantas de sus pies y se empujan ligeramente hacia las rodillas para que el pequeño haga fuerza al intentar estirarlas.
- También se le puede ayudar a trabajar la postura de gateo. Es tan sencillo como ponerle una toalla en el tronco cuando esté boca abajo, sujetarle y ayudarle a impulsarse.
En cualquier caso, es importante insistir en no obligar nunca al niño, todo llegará a su momento adecuado. Pero eso sí, hay que celebrar por todo lo alto cualquier pequeño avance, eso le encantará y le empujará a seguir intentándolo.
Un pañal todo terreno
Cuando los bebés empiezan a gatear, necesitan un pañal que no les limite sus movimientos, sino que se adapte a ellos. En esta etapa de su desarrollo es importante que se sientan libres, que nada les incomode y, de modo muy especial, que nada pueda lastimarlos.
Los pañales Sooofty son perfectos para ellos en ese momento decisivo de su crecimiento. Son pañales flexibles, que se ajustan como un guante gracias a unas orejas estrechas y solapables. Nunca se mueven de su sitio, pero son muy cómodos gracias a sus materiales suaves y ultra absorbentes. Además, son tan suaves que no rozan ni irritan la delicada piel del bebé.
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